[1]
Para que una
cita salga bien, hay que saber gestionar las tres fases: antes, durante y
después.Aquí tienes una serie de consejos de cada una de estas etapas.
Antes de la
cita
Prepara tu
primera cita. Una cita bien organizada ya es una cita casi exitosa.
1. Es
preferible un lugar animado,
pero no demasiado movido. Si el lugar es demasiado ruidoso, no podrán hablar,
pero si es demasiado tranquilo, no tendrán con qué rellenar los silencios.
Evita los restaurantes demasiado caros, para no arriesgarte a incomodar a la
otra persona durante esta primera cita.
2. Elige
con esmero tu ropa. Ante todo se trata de sacarte el máximo provecho sin
resultar demasiado exagerado. Evita la ropa demasiado provocativa, demasiado
estrecha o demasiado holgada. Selecciona entre tu vestuario algo que te siente
bien, que hable de ti y con lo que te sientas cómodo/a.
3. Reúne información.
Aunque sea la primera cita, siempre debes saber algo de la otra persona.
Prepara algun tema de interes general actual, un poco para tener algo de lo que
hablar.
4. Sé
sincero/a y transparente tanto en los primeros contactos, como en las
primeras citas. Enmarcar tu relación en la sinceridad nunca es malo.
Durante la
cita
Una vez que
todo está organizado, relájate, sé tú mismo/a, sonríe y ¡disfruta.
5. Mantén
siempre una actitud positiva: sé entusiasta, sonriente, alegre.
6. Vela por
preservar un buen equilibrio entre escuchar (actitud pasiva) y conversar (actitud activa). Si lo único que
haces es hablar, serás insoportable, si te limitas a escuchar, serás
aburrido/a?
7. Administra la ingesta. Cuida de no
comer ni beber demasiado. Sea cual sea el desenlace de la cita, los excesos no
te permitirán estar completamente cómodo/a, ya sea física o mentalmente.
8. Ir al baño. No olvides refrescarte o
lavarte las manos en algún momento pertinente de la velada, para verificar
tu atuendo general (no olvides comprobar el “detalle que mata”: (¿tienes
algo entre los dientes?).
Después de la cita
Que la cita haya terminado no significa que haya que desconcentrarse
9. Al final de la cita, el momento crucial de los saludos es
un paso obligado. No intentes nada a menos que estés completamente seguro/a de
ti (y de la otra persona). Si los dos queréis que pase algo, podrá esperar
hasta la próxima cita. El hecho de no intentar nada incluso podría aumentar la
atracción que ejerces en el/la otro/a.
10. Otro aspecto del después que conviene saber manejar: la
comunicación.
Cuando una cita ha terminado bien, llega el deseo de prolongarlo mediante
mensajes (por teléfono o correo electrónico).
Si realmente lo deseas, hazlo (Gracias por esta agradable encuentro),
pero limítate a solo un mensaje, más,
sería contraproducente. Si él/ella te responde, ¡dale un toque para fijar la
siguiente cita!
0
[1] http://mujer.es.msn.com/relaci